Julio G.
Alvarado A.
Candidato a
doctor
Sun Tzu afirma en el “Arte de la Guerra”, “conoce
a tu enemigo y conócete a ti mismo; en cien batallas, nunca saldrás derrotado.
Si eres ignorante de tu enemigo pero te conoces a ti mismo, tus oportunidades
de ganar o perder son las mismas. Si eres ignorante de tu enemigo y de ti
mismo, puedes estar seguro de ser derrotado en cada batalla” (1).
El
gran desafío que tiene Bolivia después del fallo de la Corte Internacional de
Justicia de La Haya es conocerse a sí misma. No podemos ingresar a una nueva
fase de relacionamiento con Chile, si nosotros mismos no conocemos nuestras
fortalezas y principalmente nuestras debilidades.
Por
más que el fallo sea favorable a Bolivia, nuestro país no puede sentarse en una
mesa de negociación, si antes no encara tres tareas internas fundamentales,
caso contrario no seremos exitosos.
i)
Restablecer
el sistema democrático.
ii)
Un
gran pacto social nacional y
iii)
La
institucionalización del servicio exterior.
No
es la negociación con Chile, no; es la oportunidad de relanzar a Bolivia al
siglo XXI, pero también existe el riesgo de retroceder al siglo XIX. Todo
dependerá si nos cobijamos en el chauvinismo o aplicamos una diplomacia
realista.
Retroceder
al siglo XIX es muy fácil, seguir alimentando esa tendencia nefasta del chovinismo,
que está presente en parte de nuestra sociedad y fomentada por el gobierno, esa
“exaltación desmesurada de lo nacional frente a lo
extranjero” (2). Pensar que el mundo se asombra de lo que sucede en Bolivia,
que somos la preocupación del imperio norteamericano, que Chile está
acorralada, derrotada por nuestro país, que está obligada a ceder una salida
soberana al Océano Pacífico en un corto plazo.
Restablecer
el sistema democrático.- La diplomacia realista parte de
nuestras debilidades, constatar que la sociedad boliviana está dividida, entre
las fuerzas democráticas que defienden la vigencia de la Constitución Política
del Estado, el Estado de Derecho y la voluntad del soberano expresado en las
urnas el 21 de febrero de 2016; y las fuerzas gubernamentales que se aferran al
poder y tratan por todos los medios de perpetuarse en el Palacio de Gobierno.
Sun Tzu dijo: “la Ley Moral hace que la
gente esté completamente de acuerdo con el conductor, de tal manera que lo
seguirán sin tener en cuenta sus propias vidas y sin dejarse amedrentar por
ningún peligro”... “El Comandante representa las virtudes de la sabiduría,
sinceridad, benevolencia, coraje y rigor” (1).
El actual gobierno ha perdido la capacidad de aglutinar monolíticamente
a toda la sociedad boliviana detrás del tema marítimo y esto se expresa en las
constantes críticas que recibe de fuerzas políticas de oposición, de los
colectivos ciudadanos al respecto, y de la dificultad que tuvo para organizar
la delegación para viajar a La Haya en las dos últimas oportunidades.
Esta división de la sociedad boliviana nos pone en una posición
negociadora desventajosa frente a Chile, división que ya está siendo utilizada
por el país vecino, que podría ser una excusa para no iniciar ninguna
negociación con Bolivia, hasta que se restablezca el sistema democrático en el
país.
La política de Estado está amenazada de convertirse en una
política gubernamental, la debilidad del gobierno lo obliga a convertir la
reivindicación marítima en un instrumento político partidario para recuperar el
apoyo ciudadano perdido. Diversas declaraciones de altas autoridades son una
prueba de esa tendencia, al descalificar las acciones de anteriores gobiernos y
resaltar que recién en la administración actual se logró un triunfo
internacional, por lo que la continuidad gubernamental es la clave del éxito
frente a Chile.
Si no restablecemos el sistema democrático en Bolivia, el gobierno
no tendrá la legalidad y legitimidad para encarar una negociación exitosa, es
más, hasta podría ser una causa utilizada por Chile para no iniciar
negociaciones.
El
gran pacto social nacional.- Una negociación significa
dar y recibir, CEDER y obtener ventajas, considerar los intereses de ambas
partes. La experiencia histórica nos enseña que Chile siempre planteó un
intercambio con Bolivia, por ejemplo, las cartas del año 50 consideraban el
trueque de agua dulce por agua salada, el “Abrazo de Charaña” incluía un canje
territorial.
Nosotros estamos partiendo que el fallo de la Corte Internacional
de Justicia de La Haya es favorable a Bolivia. ¿Si logramos sentarnos entorno a
una mesa de negociación y Chile propone intercambio de gas, territorios, etc.,
cómo será la respuesta de los ciudadanos de los diferentes departamentos que se
sientan afectados por esas compensaciones?
Ante esa situación debe existir un pacto social a nivel nacional
para abordar esos desafíos. Sin embargo, un pacto social nacional sólo se lo
puede realizar en el marco democrático.
La
institucionalización del Servicio Exterior de Bolivia.- Lamentablemente,
el actual gobierno ha desinstitucionalizado el Ministerio de Relaciones
Exteriores, los esfuerzos que se realizaron en gobiernos anteriores para tener
un equipo diplomático profesional, al servicio del Estado y no de los gobiernos
de turno, fueron echados por la borda al priorizar la militancia política
partidaria frente al profesionalismo.
El relativo éxito logrado hasta el momento en La Haya, fue
producto del apoyo de un equipo de juristas internacionales y de un pequeño
grupo de destacados compatriotas, que no son del Ministerio de Relaciones Exteriores
y tampoco militantes del partido de gobierno. Por lo tanto, el papel de la
Cancillería fue prácticamente mínimo.
Independientemente del fallo de La Haya, se requiere de un equipo
diplomático de alto nivel que encare los desafíos Post Haya, primero, para
restablecer un relacionamiento planificado, que no esté sujeto a la coyuntura
política interna de Bolivia, segundo, crear una atmósfera de confianza y
entendimiento con Chile (iniciar una negociación para plantear la negociación
del tema de fondo) para iniciar recién un proceso de negociación sobre nuestra
demanda marítima.
Sin un servicio exterior institucionalizado no tendremos éxito.
Sun Tzu afirmaba: “entonces, el general que gana un a batalla medita largamente antes de
que esa batalla se lleve a cabo. El general que pierde una batalla realiza muy
pocos cálculos de antemano. Por lo tanto, muchas evaluaciones conducen a la
victoria y pocas a la derrota” (1).
El
retorno al Océano Pacífico con soberanía requiere de una política exterior de
Estado.
(1)
Sun Tzu: El Arte
de la Guerra
General
chino del siglo V antes de nuestra Era.
Bibliografía
obligatoria para todo profesional que desea especializarse en relaciones
internaciones.
(2)
Diccionario de la Real Academia de la Lengua
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