GASOLINAZO: El regalo de Navidad del MAS al pueblo boliviano
En pleno auge económico se da un alto endeudamiento y un gasolinazo
¿Qué pasa con nuestra economía o con el Gobierno del MAS?
Lic. Julio G. Alvarado A.[1]
El pueblo de Bolivia recibió un duro golpe en su economía al incrementarse el precio de los hidrocarburos un día después de la Navidad, el precio de la gasolina subió de 3.74 bolivianos a 6.47 bolivianos, un 73%, el diesel de 3.72 bolivianos a 6.80 bolivianos, un 83% y la gasolina especial de 4.79 a 7.51 bolivianos, un 57%.
Según la propaganda gubernamental de los últimos cinco años, los “gasolinazos” (bolivianismo que significa el incremento de los precios de hidrocarburos en el mercado interno) eran medidas económicas del pasado, de los gobiernos neoliberales, destinada a incrementar las ganancias de los ricos y de las transnacionales. La economía estaba blindada a los efectos de la crisis mundial, teníamos el mayor crecimiento económico de la región, ya no éramos un país mendigo y hasta se llegó a plantear la EVONOMICS, una economía superior a la neoliberal y a toda economía latinoamericana y mundial en beneficio de los más pobres: Demagogia y pura demagogia.
Sin embargo, la realidad es dura y no se inmuta, ni cambia ante el discurso demagógico y ante esa realidad el Vicepresidente Álvaro García Linera tuvo que declarar: "Ya no podemos subvencionar ni a los contrabandistas ni a los poderosos que tienen cinco carros o seis carros. Lo que queremos es que esa plata de la subvención la usemos en beneficio de los bolivianos, de los más necesitamos", realidad decorada con demagogia. Mientras el Presidente Evo Morales regala arroz a Venezuela y está ausente en un momento difícil para Bolivia, una característica a la que ya estamos acostumbrados los bolivianos. Las malas noticias las da el Vicepresidente para preservar la imagen del Presidente.
Lo increíble de esta situación es que Bolivia se ha beneficiado y se está beneficiando de un auge económico, que no se daba desde la década de los años 70 del siglo pasado, durante la dictadura del Gral. Hugo Banzer Suarez. En aquellos años también el país recibió importantes recursos económicos por la exportación de nuestras materias primas (estaño y petróleo) con altos precios internacionales. E igualmente que en la actualidad, en un periodo de altos precios de materias primas, el país alcanzó un endeudamiento muy elevado, que nos llevó a la hiperinflación de los años ochenta.
El auge económico en la primera década del Siglo XXI empezó el año 2004 y continúa hasta nuestros días.
El Gobierno del MAS inició su gestión con una deuda externa de 4.736 millones de dólares y una deuda interna de 2.206 millones de dólares, haciendo un total de 6.942 millones de dólares, como el saldo de la deuda pública. Gracias a las gestiones de la comunidad internacional, se logró que los organismos financieros internacionales y los países desarrollados condonen gran parte de la deuda externa a los países altamente endeudados como Bolivia. El resultado fue que el país se benefició de una condonación de alrededor de 2.600 millones de dólares los años 2007 y 2008.
Según el Banco Central de Bolivia, Bolivia tiene una deuda externa de 2.804 millones de dólares y una deuda interna de 4.649 millones de dólares, haciendo un total de 7.453 millones de dólares de saldo de la deuda pública, al 17 de diciembre del año 2010. Actualmente tenemos una deuda pública superior en 500 millones de dólares a la de enero de 2006. Si a eso se sumaría la deuda externa condonada, Bolivia tendría un endeudamiento de 10.000 millones de dólares, cifra similar a las reservas internacionales. Lo que también significa que Bolivia se endeudó en 3.100 millones de dólares en los 5 años de gestión del Presidente Evo Morales, 620 millones de dólares anuales.
La deuda interna se duplicó y esa deuda no se puede condonar, ya que son las jubilaciones y el ahorro de las bolivianas y bolivianos.
Por lo tanto, el Gobierno del MAS no solo se benefició de las negociaciones que hicieron gobiernos anteriores para que se condone parte de la deuda externa de Bolivia, sino que sobre eso se endeudó, principalmente incrementó la deuda interna, en pleno auge económico. ¿Alguien puede explicar esa irracionalidad económica? El resultado es el GASOLINAZO.
Para comprender mejor esta millonaria danza de dinero, que fue manejada irresponsablemente, se debe recordar que el precio del gas de exportación estaba entre 1.7 a 2 dólares por mil pies cúbicos de gas del 2000 al 2003, el año 2006 subió hasta 4.2 dólares, el 2008 a 7.4 dólares, el 2009 a 5.7 dólares y en el primer semestre de 2010 fue de 6.5 dólares.
Esto significa que el país está recibiendo más del triple de lo que se recibía hasta el año 2003, sin tomar en cuenta la modificación de los impuestos a través de la Ley 3058 de Hidrocarburos de mayo de 2005, mediante la que se modifica la repartición de los beneficios entre el Estado y las empresas transnacionales.
En el caso específico de la gasolina y el diesel, los responsables tienen nombre y apellido, son las autoridades que dirigieron y dirigen Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y lograron tener un gran “éxito” al disminuir la producción de petróleo, condensado y gasolina natural de 50.756 barriles por día en el año 2005 a 35.644 el año 2010. Una reducción del 30%. Si tuviésemos gasolina y diesel en abundancia, el impacto del contrabando no sería tan importante.
La demagogia tiene límites y el GASOLINAZO fue su límite, ahora 6.000.000 (seis millones) de bolivianas y bolivianos que viven en la pobreza, tendrán que agradecer al Gobierno del MAS de que los contrabandistas no se beneficien de los subsidios a los hidrocarburos y que los que tienen 5 o 6 autos paguen precios altos por la gasolina. ¡Mal de otros, consuelo de tontos!
¿Sin embargo, quién pagará el incremento del pan de los pobres, de aquellos que no tienen un ingreso fijo para que puedan beneficiarse del posible incremento salarial, ya que 80% de los trabajadores de Bolivia están en el sector informal?
Los trabajadores de Bolivia seguramente que agradecerán al Gobierno del MAS de tomar una medida neoliberal para beneficiar a los más pobres, una medida que no fue impuesta por el Fondo Monetario Internacional ni el Banco Mundial, sino por un Gobierno “digno y soberano”.
¿Alguien podrá explicarnos, por qué en pleno auge económico tenemos que vivir peor o este es el camino para vivir bien?
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