sábado, 2 de junio de 2012

Puerto de Antofagasta 1879 - Edificio de la Aduana

OEA, EL MAR Y LOS “DESCHAVETADOS”

Nuevamente el Ministro de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca, utiliza la descalificación de los medios de comunicación para tratar de ocultar una gestión gubernamental errática en materia de un acceso soberano al Océano Pacífico. “Los medios de comunicación dijeron que Bolivia no presentó el informe; son algunos deschavetados. Nosotros no necesitamos presentar ningún informe de resolución, ya que tenemos una resolución de 1979.” (La Razón, 27 de mayo 2012, páginas E4 y E5) Según el Canciller, los medios de comunicación son los culpables de una política exterior equivocada. Lo que el señor David Choquehuanca olvida, que la política exterior de Bolivia es de su competencia desde enero del año 2006, por lo que no puede eludir su responsabilidad ante el pueblo de Bolivia, tratando de hacer responsables a los medios de comunicación. Ante la falta de argumentos y conocimiento sobre las relaciones internacionales, se apela al improperio, que no hace otra cosa que poner en evidencia la improvisación y falta de profesionalismo con la que se lleva a cabo la política exterior de Bolivia. Después de casi siete años, el Ministro de Relaciones Exteriores no se ha enterado que esa resolución no es objeto de museo, sino que debe informar anualmente a la Asamblea General de la OEA sobre su progreso y la voluntad política de Chile de avanzar o bloquear su aplicación. La inexperiencia y el desconocimiento del tema marítimo, fueron la causa para que el Gobierno del Presidente Evo Morales haya llevado a cabo una política exterior errática, desde un optimismo infantil al firmar la Agenda de los 13 puntos en julio del año 2006, hasta una rabieta juvenil, amenazando de ir a tribunales internacionales en marzo de 2012. Estas acciones son coyunturales y sin planificación, en muchos casos responden a problemas de política interna, que tratan de ser minimizados, amplificando un planteamiento en materia de política exterior, especialmente el marítimo. La “diplomacia de los pueblos” está basada en la afinidad política ideológica y no en los caros intereses de Bolivia, además de un desprecio absoluto por profesionales de las relaciones internacionales. El mismo señor David Choquehuanca afirmó en una entrevista periodística en agosto del año 2010, que en el Ministerio de Relaciones Exteriores no tenía ni un solo especialista en derecho internacional que esté a cargo del tema marítimo de Bolivia. “Todavía no estamos organizados, no tenemos profesionales que tengan capacidad de seguimiento, que quieran a Bolivia y, por la falta de capacidad de seguimiento, muchas veces perdemos oportunidades. En la Cancillería no encuentro abogados internacionalistas, tenemos que contratar muchas veces bufetes internacionales para encarar estos arbitrajes internacionales o para analizar algunas demandas que nosotros podemos hacer, es decir, carecemos, no hemos formado equipos cualificados en diferentes áreas, no sólo estoy hablando de Derecho Internacional, es decir, no tenemos especialistas, expertos que puedan ver Latinoamérica; por ejemplo, no tenemos un experto que esté viendo todos los días, que conozca muy bien (la temática de) Chile, tenemos dificultades, necesitamos cualificar a nuestro personal.” (La Razón, lunes 16 de agosto de 2010) Bajo esas condiciones, los resultados no podían ser diferentes, las declaraciones contradictorias son el mejor ejemplo de esa inexperiencia y desconocimiento. Las autoridades de gobierno, empezando por el Presidente Evo Morales, afirman que es la primera vez que Chile aceptó negociar la cuestión marítima de Bolivia. Sin embargo, ese discurso demagógico dirigido a sectores de la población con poca escasa o ninguna formación profesional y a tergiversar la realidad histórica, se contradice con las intervenciones en foros internacionales. En la última Asamblea General de la OEA, el Canciller boliviano manifestaba: “En este centenario problema que hiere al corazón mismo de Sudamérica, debo hacerles conocer, señor Presidente, señores delegados, que en reiteradas oportunidades Chile no sólo reconoció explícitamente la existencia de un problema pendiente con Bolivia, sino que llegó a negociar el retorno de Bolivia al Océano Pacífico. Esas negociaciones comenzaron el año 1895, posteriormente en 1896, para repetirse en 1920, luego en 1923, en 1946, en 1950, en 1961, el año 1975, y en 1987. En la última oportunidad, como ya señalé, en julio de 2006, se incorporó en la agenda de los 13 puntos el tema marítimo, para ser abordado y solucionado.” (Discurso del Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia David Choquehuanca en la 41 Asamblea General de la OEA, San Salvador, 2011). No es la primera vez que Chile aborda el tema marítimo, en otras oportunidades se avanzó bastante, hasta se llegó a elaborar mapas sobre una posible salida de Bolivia al mar. En la próxima Asamblea General de la OEA, el Gobierno de Bolivia debería retomar la política exterior de utilizar todos foros internacionales para retornar la cualidad marítima de Bolivia, la negociación bilateral, trilateral, ya que Perú juega un papel importante en este tema, los procesos de integración, las instancias plurilaterales y multilaterales. Basta de improvisación, basta de manejo irresponsable de la política exterior; los caros intereses de Bolivia no se los puede poner en peligro por consideraciones político ideológicas coyunturales.