viernes, 12 de septiembre de 2008

¡NI UNA GOTA DE SANGRE MÁS!

La vorágine de la violencia que se ha desatado en el país luego del Referéndum Revocatorio, ha generado decenas de heridos y parece que un compatriota ya ha perdido la vida en El Porvenir en el Departamento de Pando, un muerto más de esta locura colectiva.

La sociedad boliviana se ha vuelto insensible ante el dolor humano, ya no nos duele la pobreza lacerante que deambula por ciudades y campos, 64% de la población boliviana vive bajo niveles de pobreza y de esos pobres, un 32% conforma el ejercito de los parias, los pobres entre los pobres.

A la pobreza se la utiliza para justificar el canibalismo político y para movilizar a los harapientos con fines mezquinos e irresponsables. El colonialismo sigue vigente en las acciones del Gobierno y de la oposición, ambos utilizan a los pobres como carne de cañón, no para elevar el nivel de vida de los que más necesitan.

Los heridos y los muertos se han convertido en bandera política y no los sentimos como seres humanos que sufren las consecuencias de las heridas o sufrieron una muerte violenta, son estadísticas para justificar la locura colectiva producto del canibalismo político.

La pacificación del país es un imperativo nacional, el Gobierno, como el principal órgano del Estado tiene la obligación de iniciar este proceso y la oposición debe acudir a ese llamado.

Ya no se trata de un diálogo, se debe iniciar la negociación entre las partes en conflicto, una negociación que debe culminar necesariamente con un resultado positivo, que incluya los intereses de ambas partes. Negociar significa ceder, dar y recibir, no significa imposición de ninguna de las partes.

La fase del diálogo ha sido superada, ahora que la sangre ha comenzado a correr por nuestras calles y nuestros campos se debe negociar.

El gobierno no puede continuar con esa actitud pasiva, esperando que los conflictos se solucionen por cansancio o por inercia. La oposición no puede continuar con las tomas de instituciones estatales, ni con el daño al patrimonio público.

Los únicos que ganan en esta situación son los grupos radicales de ambos bandos, que están utilizando métodos y acciones de corte fascista, que si no se los detiene a tiempo, serán ellos los que nos conduzcan a un mayor enfrentamiento. Los radicales serán los que determinen el acelerado curso de la vorágine del caos y de la violencia. La sangre de los bolivianos es roja, de cambas, de collas, de karas y de taras.

En estos momentos sólo me cabe recordar las famosas palabras del pastor evangélico después de la derrota de la barbarie fascista en Europa, él manifestaba lo siguiente el año 1946:

"Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada".
Martín Niemöller (1892 – 1984)

EL SILENCIO DE LOS CIUDADANOS ES UN SILENCIO CÓMPLICE DE ESTA LOCURA COLECTIVA PRODUCTO DEL CANIBALISMO POLÍTICO

LEVANTEMOS NUESTRA VOZ DE PROTESTA A TIEMPO ANTE LA VORÁGINE DE LA VIOLENCIA DE LOS GRUPOS FASCISTAS.

¡NI UNA GOTA DE SANGRE MÁS DE BOLIVIANAS Y BOLIVIANOS!

lunes, 8 de septiembre de 2008

Política Exterior de Bolivia: Crónica de un nuevo fracaso anunciado

El Gobierno de Bolivia tuvo tres fracasos diplomáticos consecutivos en las últimas semanas, como lo manifestamos en un anterior artículo con el título “Crónica de un fracaso anunciado”.

Éstos fueron los siguientes: i) El aislamiento de Bolivia en la negociación entre los países de la Comunidad Andina y la Unión Europea; ii) La derrota de Bolivia en la aprobación de la modificación de la Decisión 486 sobre propiedad industrial de la Comunidad Andina y iii) El rechazo de varios países latinoamericanos al candidato boliviano a la Secretaría Ejecutiva de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).

La reacción de “los negociadores bolivianos” fue pedir la destitución del Secretario General de la Comunidad Andina (CAN), como una forma de revancha por sus desatinos. Colombia, Ecuador y Perú rechazaron categóricamente el pedido boliviano por ser inédita en la historia de la CAN y sin sustento. A pesar de ello, el Gobierno de Bolivia insiste en la renuncia del Secretario General de la CAN, a pesar de los pedidos de representantes de los países andinos de retirar su solicitud. “Los negociadores bolivianos” hacen oídos sordos a esas sugerencias y mantienen su posición.

El resultado ya lo conocemos en forma anticipada, sin tener que ver en una bola de cristal y tampoco leer en hojas de coca: La votación sobre el pedido boliviano de destituir al Secretario General de la CAN será una nueva derrota de la “diplomacia boliviana”.

Ante esta situación, lo único que podemos hacer es dar algunas recomendaciones, con el fin de evitar que se siga dañando la imagen del país en la arena internacional, especialmente en la región suramericana.

Antes de llegar a la votación por la modificación de la Decisión 486 sobre propiedad industrial de la Comunidad Andina, Bolivia debería darse cuenta que su posición era aislada y que sufriría una derrota inevitable, por lo que debería haber negociado una salida honrosa y tratar de obtener algo a cambio de su aceptación a la modificación o abstención en la votación. Por el contrario, “los negociadores bolivianos” optaron por la fuerza e hicieron ingresar a la sala de reuniones de la CAN a “dirigentes de los movimientos sociales bolivianos” para presionar a los representantes de los otros países andinos. El resultado fue tres votos (Colombia, Ecuador y Perú) a favor y uno (Bolivia) en contra. Las presiones de movimientos sociales no dan resultado a nivel internacional.

Ojala que los “negociadores” hayan aprendido la lección y retiren su solicitud de destitución del Secretario General de la CAN, antes de que se llegue a una nueva votación y por lo tanto a una nueva derrota diplomática. Si se insiste en el pedido de destitución y se emplea nuevamente la presión con la presencia de “dirigentes de los movimientos sociales” en la votación, como sucedió el día 13 de agosto pasado en Lima, o se “bloquea” el ingreso a la sala de reuniones, tengan por seguro que esta es la “Crónica de un nuevo fracaso anunciado”.

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Política Exterior de Bolivia: Crónica de un fracaso anunciado

El Gobierno de Bolivia ha sufrido en las últimas semanas serios reveses en su política exterior. Éstos se pueden resumir en los siguientes fracasos:

El aislamiento de Bolivia en la negociación entre los países de la Comunidad Andina y la Unión Europea.
La derrota de Bolivia en la aprobación de la modificación de la Decisión 486 sobre propiedad industrial de la Comunidad Andina.
El rechazo de varios países latinoamericanos al candidato boliviano a la Secretaría Ejecutiva de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).

Estos fiascos tienen sus raíces en la improvisación, la inexperiencia y la arrogancia, que son las principales características de la política exterior del Gobierno de Evo Morales. La demagogia de una nueva política exterior denominada la “Diplomacia de los Pueblos Digna y Soberana para vivir bien” está dando sus resultados negativos para el país.

Por ese motivo, se hace necesario analizar brevemente estos últimos fracasos internacionales del Gobierno:

1. El aislamiento de Bolivia en la negociación entre la CAN y la UE

La IV Ronda de Negociaciones entre la CAN y la UE debía realizarse en julio, sin embargo, esa negociación se suspendió hasta septiembre y ahora se informó que es una suspensión indefinida. La causa es la posición radical de los “negociadores bolivianos” de no aceptar cuatro de los cinco capítulos del TLC con la UE, mientras que Colombia, Ecuador y Perú están dispuestos a asumir compromisos en esos temas.

Los “asesores del Presidente” piensan que deben imponer su visión de los TLC y los otros países deben aceptar y hacer suya esa visión. El resultado no podía ser otro, el aislamiento de Bolivia en las negociaciones. Los europeos y Ecuador, que en un principio tuvieron alguna simpatía con la posición boliviana, ahora se han distanciado.

2. La derrota de Bolivia en la aprobación de la modificación de la Decisión 486 sobre propiedad industrial de la Comunidad Andina.

Bolivia pretende que los demás países también rechacen los TLC. Esa fue la razón, por la que se opuso a la modificación de la Decisión 486 de la CAN, propuesta presentada por Perú para poder adecuar su legislación al TLC con EEUU.

El resultado no pudo ser otro, “los negociadores bolivianos” se quedaron solos con su fracaso, que se reflejó en la votación, en la que Colombia, Ecuador y Perú apoyaron la modificación y Bolivia se opuso.

Ante esta derrota, “los negociadores” vuelven a tener una genial idea, piden la destitución del Secretario General de la CAN, el ecuatoriano Freddy Ehlers, acusándolo de actuar en función de los intereses de Perú en franca violación a la legislación andina.

Como “los negociadores” no tienen la más peregrina idea sobre las relaciones internacionales, les informamos que las decisiones en la CAN las toman los países, no el Secretario General. Por ese motivo, Colombia, Ecuador y Perú no apoyan la destitución de Freddy Ehlers. Entonces, la derrota de “los negociadores” por la modificación de la Decisión 486 se convierte en un doble fracaso, primero pierden la votación y luego se quedan aislados con su pedido de destitución.

3. El rechazo al candidato boliviano a la Secretaría Ejecutiva de UNASUR.

UNASUR es un proceso de integración compuesto por 12 países suramericanos y representa la quinta potencia económica mundial por su PIB. Sin embargo, el Gobierno de Bolivia no tuvo mejor idea que postular a la Secretaría Ejecutiva de UNASUR, a un empleado de ONG antiglobalizadora, a Pablo Solón, mientras que otros países postulan a ex presidentes, como Ecuador a Rodrigo Borja o Argentina a Néstor Kirchner.

El resultado no podía ser otro, un rotundo NO de varios países. Esa postulación tenía un título parecido a la novela “Crónica de una derrota anunciada”. Si el Primer Mandatario se hubiera hecho asesorar por un recién egresado de la Academia Diplomática, seguro que hubiese recibido un sabio consejo: “Su Excelencia, esa persona no es un buen candidato para UNASUR”. Parecería que, la vendetta del candidato frustrado es el pedido de destitución del Secretario General de la CAN.

Señor Presidente, ya es hora que se de cuenta que sus colaboradores no le están reportando éxitos a su Gobierno, lo están conduciendo al fracaso. Eso sí, ellos son exitosos al lograr su objetivo de aislar a Bolivia del contexto internacional.

Señor Presidente, ojala que usted recapacite al respecto, ya que los resultados para su Gobierno no son los mejores, sus colaboradores están fallando. La política exterior “digna y soberana” se ha convertido en la política exterior de los fracasos.


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