Cuatro economistas señalaron que el nuevo crédito de
deuda externa pública proveniente de China podría generar dependencia del
proyecto de Presupuesto General del Estado 2016, que está en curso de
presentación a la Asamblea Legislativa. Armando Méndez, ex presidente del Banco
Central, y su colega, Julio Alvarado,
alertaron que las inversiones del Estado deben ser las más eficientes y en
sectores estratégicos con alto retorno. Hugo Siles y Gonzalo Chávez advirtieron
que un mayor endeudamiento caracteriza el modelo económico, ante la crisis
petrolera.
Chávez aseveró que durante la visita del presidente,
Evo Morales, a Nueva York y a su paso por Europa, se quiere vender un país
extractivista.
VOCES
De acuerdo con el analista económico, Armando Méndez,
el proyecto de Presupuesto 2016 dependerá de la nueva deuda externa que el
Estado asuma con China. El vicepresidente, Álvaro García Linera, estuvo en
China hace unas semanas y confirmó que el país asiático considera un inédito
empréstito de alrededor de $us 7.500 millones, que será destinado a infraestructura
vial y financiamiento de proyectos productivos.
GASTO CORRIENTE
Por su parte, su homólogo Julio Alvarado
espera la reestructuración del Presupuesto General 2016, donde el gasto
corriente del Gobierno Central se reduzca con la finalidad de no agravar la
dependencia del país, en torno al nuevo endeudamiento anunciado por el
Vicepresidente. “No es lo mismo endeudarse en un período de bonanza de otro
donde caen los ingresos por exportaciones”, señaló Alvarado a una radioemisora
local.
En esa declaración, Alvarado,
expresó sus dudas sobre el aumento del Producto Interno Bruto de 33 mil
millones este año a $us 50.000 en la próxima década, como lo señala el Gobierno
en todos los foros y declaraciones públicas, ante un escenario internacional
adverso y que, según expertos internacionales, no será de corto plazo.
PRECIOS O DEUDA
Hace una semana, el economista Hugo Siles manifestó
que durante la época de bonanza económica del país, la sustentación del
crecimiento económico estaba basado en los precios de los hidrocarburos y que
al presente esta situación ha cambiado y ahora, ante la caída de los ingresos
por exportaciones, de gas natural principalmente, el Gobierno opta por el
endeudamiento externo.
FIGURA
“El (proyecto) de Presupuesto 2016 tiene esa figura de
dependencia del endeudamiento externo, que le permitirá al Gobierno y a todo el
sector público, seguir con las inversiones con la finalidad de poder activar la
economía”, indicó Alvarado.
PRECIOS
Según Méndez, ante la caída de los precios
internacionales de los hidrocarburos, minerales y de productos no
tradicionales, para el Ejecutivo “es clave el préstamo obtenido con el Gobierno
de China”. Estos recursos están destinados a gastos de inversión en áreas
productivas de las empresas estatales como respuesta al modelo económico
vigente. Por lo tanto –agregó– el éxito del presupuesto del sector público,
está basado en el endeudamiento externo, siendo vital porque generará déficit
fiscal que permita, a su vez, dinamizar la economía mediante la inversión
estatal.
GOLPE DE TIMÓN
Méndez plantea que el Gobierno debe analizar los
proyectos de inversión pública y priorizar sólo los más importantes en el rubro
productivo y ejecutarlos con la mayor eficiencia.
En tanto, Alvarado sugiere que
el Gobierno debe definir un golpe de timón, el momento en que el proyecto de
Presupuesto 2016 cobre fuerza de ley, con la finalidad de que los recursos se
utilicen principalmente en inversión y no en gasto corriente. El economista
explicó que el gasto corriente creció desde Bs 22.000 millones en 2005, a Bs
126.000 millones de bolivianos el último año, es decir, seis veces más.
MENORES INGRESOS
“Es a consecuencia del crecimiento del gasto corriente
que el Gobierno ahora debe depender de la deuda externa, con $us 9.400 millones
de China”, remarcó. Esta cifra surge del nuevo empréstito anunciado por el
Gobierno, al que se debe añadir la deuda pública bilateral previa de alrededor
de $us 1.200 millones.
Alvarado también consideró como
“poco favorable” que la deuda externa se pacte sólo con un país, como es el
caso de China, lo cual limitaría el accionar de la actual administración en la
relación a otras fuentes de financiamiento para el desarrollo.