(Artículo publicado por NUEVA CRÓNICA en su edición Nº 39, de 17 al 30 de abril de 2009)
ANTECEDENTES
Ya pasaron casi 15 años desde la 1ª Cumbre de las Américas celebrada en Miami, en diciembre de 1994, en la que los Estados Unidos propusieron a América Latina y El Caribe establecer un área de libre comercio (ALCA) desde Alaska hasta la Tierra del Fuego. La idea surgió a consecuencia de la caída del Muro de Berlín, en noviembre de 1989, situación que dejó en clara desventaja a los Estados Unidos frente a los países de la Unión Europea.
Las consideraciones subordinadas a la estrategia de seguridad en el marco de la Guerra Fría dieron paso a preocupaciones de hegemonía económica de los Estados Unidos a nivel internacional.
Los países de Europa Central y Oriental fueron rápidamente incorporados a los mecanismos de integración del capitalismo europeo, en detrimento de la primera potencia del planeta. El fortalecimiento de Europa se presentaba como una verdadera competencia al capitalismo norteamericano, por lo que éste decidió echar mano de su “patio trasero” para fortalecerse.
La Iniciativa para las Américas (IPA) planteada por George Bush padre, en 1990, se sustentaba en tres pilares(1) :
1. El establecimiento a mediano plazo de un área de libre comercio, que luego se materializó en la propuesta ALCA.
2. Un importante flujo de inversiones de 1.500 millones de dólares, a una región muy endeudada y con dificultades para obtener préstamos baratos y concesionales.
3. La reducción de la deuda externa contratada por la región con los Estados Unidos.
EL ALCA EN SUSPENSO
Cuatro años más tarde, la 1ª Cumbre de las Américas lanzaba el más ambiciosos plan de integración hemisférico, el Área de Libre Comercio de las Américas – ALCA, cuyos críticos llegaron a denominar “el proyecto neopanamericano de dominación”.
Esta iniciativa fracasará por la intransigencia de los Estados Unidos de mantener su política comercial proteccionista. El MERCOSUR, junto a Venezuela y Bolivia fueron los que exigieron que la integración comercial pasara por la eliminación de los subsidios agrícolas norteamericanos. La reunión del ALCA en Puebla, México, en febrero de 2004, determinó suspender las negociaciones indefinidamente, situación que se mantiene hasta nuestros días, sin que haya posibilidades de reiniciarlas.
Las siguientes Cumbres de las Américas estuvieron orientadas a abordar temas medioambientales, sociales y políticos:
• la Cumbre Extraordinaria de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, en 1996, se dedicó al desarrollo sostenible, diseñó una política común en materia de protección ambiental y adoptó una estrategia compartida en torno a los compromisos acordados en Río de Janeiro en la Cumbre de la Tierra.
• La 2ª Cumbre de Santiago de Chile de 1998 abordó la cuestión de la educación.
• La 3ª Cumbre de Quebec, Canadá, el 2001, adoptó la Carta Democrática Interamericana.
• La Cumbre Extraordinaria de Monterrey, México, en 2004, estuvo concentrada en el crecimiento económico con equidad para reducir la pobreza, el desarrollo social y la gobernabilidad.
• Finalmente la 4ª Cumbre celebrada en Mar del Plata Argentina, el 2005, definió políticas y acciones concretas para la generación de trabajo decente.
La 5ª Cumbre de las Américas, que se celebrará en Puerto España, Trinidad y Tobago, del 17 al 19 de Abril de 2009, lleva el sugestivo título de “Asegurar el futuro de nuestros ciudadanos promoviendo la prosperidad humana, la seguridad energética y la sostenibilidad ambiental”
CUMBRE EN MEDIO DE LA CRISIS
El contexto de esta Cumbre está determinado por la crisis económica mundial y su fuerte impacto en la economía norteamericana y regional, una nueva administración demócrata en Washington, la reconfiguración de las fuerzas progresistas latinoamericanas, el relativo fortalecimiento del bloque suramericano - UNASUR, el ascenso de nuevos liderazgos políticos de centro-izquierda y populistas, y un cuestionamiento abierto al dominio de los Estados Unidos en la región(2) .
Esta Cumbre modificará las relaciones interamericanas, ya que la era Bush deterioró bastante su relacionamiento con la región. En alusión a esta situación, el Embajador Jeffrey Davidow, el asesor especial del Presidente Obama para la Cumbre de las Américas declaró que Estados Unidos “va a Trinidad con la intención de escuchar, debatir y de relacionarse con sus colegas como socios” de la región, que no se presentará “un gran plan” ni una sugerencia de “esto es lo que se debe hacer” sino “en cambio, con el deseo de cambiar el conocimiento técnico y de mejores prácticas”(3) . Por lo tanto, no se espera ninguna propuesta tipo ALCA en esta Cumbre.
Si bien, los temas oficiales de la agenda son la prosperidad humana, la seguridad energética, la sostenibilidad ambiental, la seguridad pública y la gobernabilidad democrática, sin lugar a dudas, hay tres temas que concentrarán la atención de las deliberaciones: Cuba, la crisis económica y la energía.
Los Estados Unidos priorizarán su “agenda verde focalizada en la energía limpia”(4) , léase la producción de biocombustibles en alianza estratégica con Brasil y otros países de la región, que tiene connotaciones políticas, económicas y medioambientales; las políticas están orientadas a disminuir su dependencia de suministro de petróleo venezolano y las económicas y medioambientales orientadas a bajar los costos y utilizar tecnologías menos contaminantes.
Respecto a la crisis económica mundial planteará la responsabilidad compartida, como lo hizo en la Cumbre del G-20 de Londres, y a alentar la utilización de una parte de los mil millones de dólares destinados a combatir la crisis. El tema de Cuba lo mantendrá fuera de las reuniones de la Cumbre, para abordarlo bilateralmente, resaltando “algunas flexibilizaciones” en materia de envío de dinero y viajes de familiares cubanos.
NECESARIAS NUEVAS RELACIONES
La mayoría de los países latinoamericanos se esforzará por relanzar sus relaciones bilaterales y regionales con la nueva administración del Presidente Barack Obama, harán hincapié en medidas colectivas frente a la crisis, especialmente desalentando políticas proteccionistas de los Estados Unidos. Muchos se incorporarán a la “agenda verde” norteamericana y expresarán su solidaridad para reincorporar a Cuba al seno de la OEA.
Los países del ALBA llevarán una posición conjunta a Puerto España. Venezuela, Nicaragua y Bolivia priorizarán el tema Cuba y plantearán cuestiones específicas. Venezuela propondrá la administración del 10% de los recursos que el G-20 entregará al FMI y al Banco Mundial a un fondo que maneje la ONU. Nicaragua, por su parte, exigirá mayores recursos a Centroamérica para combatir el tráfico de drogas y la reducción de la pobreza y que "no se utilice la cooperación como arma, como instrumento de represión contra ningún Estado".
Respecto a Venezuela y Bolivia, los Estados Unidos han expresado claramente su posición, desean que las relaciones diplomáticas puedan volver al buen nivel que tuvieron en el pasado, que fue una decisión desafortunada de ambos países la expulsión del Embajador norteamericano, que las relaciones con estos dos países no es el objetivo central del viaje del Presidente Obama a Puerto España y que en la Cumbre exista un trato digno y de respeto mutuo entre los presidentes. Brasil intentará jugar el papel de mediador entre el ALBA y los Estados Unidos.
La 5ª Cumbre de las Américas marcará, sin lugar a dudas, un punto de inflexión en las relaciones interamericanas. Estados Unidos seriamente afectado por la crisis financiera y económica, tratará de acercarse a Latinoamérica y El Caribe para contrarrestar la creciente influencia europea y asiática en la región, así intentará conservar sus mercados tradicionales y fortalecer la posición de sus empresas translaciones que operan en la región. Al mismo tiempo se esforzará por desarrollar un sector estratégico a través de su “agenda verde focalizada en la energía limpia”.
América Latina y El Caribe intentarán acercarse aún más a la potencia del Norte. La disminución de sus exportaciones en precio y volumen, de las remesas de sus migrantes y la necesidad de atraer inversiones, los obliga a relanzar sus relaciones con Estados Unidos.
Hasta los países del ALBA, aparte de un posible show mediático, estarán interesados en recomponer sus relaciones en tiempos de una crisis económica mundial profunda.
La 5ª Cumbre de las Américas cambiará el curso de las relaciones entre Estados Unidos y América Latina y El Caribe, ella cerrará un ciclo que se inició en Miami hace 15 años en pleno auge de la implementación del “Consenso de Washington”, la propuesta neoliberal de desarrollo elaborada por el FMI, el Banco Mundial y los Estados Unidos para América Latina y El Caribe; dará inicio a una nueva etapa, que empieza en plena crisis económica mundial, sólo comparable con la Gran Depresión de 1929 a 1933. Del fracaso ALCA se pasará a una alianza estratégica basada en los biocombustibles.
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Referencias
Diplomático, catedrático universitario y especialista en comercio internacional – julgas@gmx.net
La iniciativa para las Américas. El comercio hecho estrategia – Lucrecia Lozano, Nueva Sociedad Nro. 125 Mayo – Junio 1993, páginas. 121-134.
Upcoming Summit of the Americas – Jeffrey S. Davidow, White House Advisor for the Summit of the Americas, Washington D.C., April 6, 2009.
TELAM Agencia de Noticias de la República Argentina “No vamos a la Cumbre a confrontar” de Melisa Cabo, 6 de abril de 2009.
La Cumbre de Puerto España: el necesario golpe de timón continental de Andrés Mora Ramírez
domingo, 26 de abril de 2009
BOLIVIA EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL
(Conferencia dictada en el Itinerario de la Coyuntura Política Boliviana - ICOBA de la Asociación Boliviana de Ciencia Política, en enero de 2009)
El contexto
Un elemento importante en el contexto internacional es la posesión del nuevo Presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama, que si bien introducirá cambios en la política exterior de esa potencia mundial, su relacionamiento con Venezuela y Bolivia no variará. Ya se dio el primer roce entre el Presidente electo y el Presidente Hugo Chávez.
Además, la nueva Secretaria de Estado, Hilary Clinton manifestó que llevará a cabo una diplomacia directa, sin intermediarios y enérgica, pero vigorosa para contrarrestar a quienes siembran el terror, léase Hugo Chávez y Evo Morales. En su comparencia al Congreso, Hilary Clinton planteó “poner una nueva cara sobre la diplomacia estadounidense al acercarnos a América Latina”.
En cuanto a Venezuela, la nueva Secretaria de Estado comunicó al Senado que “por demasiado tiempo hemos cedido el terreno de juego a Hugo Chávez; un líder democráticamente electo que no gobierna democráticamente, y cuyas acciones y visión para la región no sirven a sus ciudadanos o la gente a través de América Latina. Mientras nos deberíamos preocupar por las acciones y postura de Chávez, no deberíamos exagerar la amenaza que presenta”. Washington debería “llenar ese vacío con un liderazgo fuerte y sostenido en la región, y una diplomacia firme y directa con Venezuela y Bolivia. Deberemos tener una agenda positiva en el hemisferio en respuesta al tráfico de temor propagado por Chávez y Evo Morales”. Ella propuso que “la cooperación bilateral con Venezuela y Bolivia sobre una gama de temas sería de interés mutuo de nuestros respectivos países; por ejemplo, antiterrorismo, antinarcóticos, energía y comercio”.
Asimismo, ella señaló que “muy frecuentemente la política estadounidense hacia las Américas en años recientes ha sido negligente con nuestros amigos, inefectiva con nuestros adversarios y con poco interés en los retos que importan para las vidas de los pueblos a través de la región. Este vacío creado por la falta de una participación sostenida de Estados Unidos en la región ha sido llenado, en parte, por otros – incluido Hugo Chávez –, quien ha intentado utilizar esta oportunidad para promover ideologías anticuadas y antiamericanas”
Por estos motivos, podemos afirmar que las relaciones con la potencia del Norte no será nada fácil, por el contrario muy difícil. El tema antiterrorismo tiene dos vertientes en la óptica norteamericana, a nivel mundial Irán y a nivel regional las FARC. En ambos casos, las relaciones de Venezuela son muy estrechas, a pesar de los desmentidos del Presidente Chávez, especialmente respecto a las FARC.
La Comunidad Andina
El proceso de integración andino es el mejor reflejo de las dificultades, los problemas y la posición de Bolivia en el contexto internacional, que se los puede resumir en los siguientes puntos:
1. Política del enfrentamiento con países de diferente posición política e ideológica, que puede llegar al rompimiento de relaciones diplomáticas, como con Israel.
2. Oposición a negociar acuerdos comerciales con países desarrollados.
3. Preferencia por negociar acuerdos comerciales con países pobres y con posiciones políticas e ideológicas similares.
4. Sumisión a la política exterior venezolana, hasta poner en peligro el mercado andino de oleaginosas
5. Utilización de la política exterior para ganar réditos en la política interna
a) Política del enfrentamiento
1. La política exterior del Gobierno de Evo Morales se caracteriza por el enfrentamiento con aquellos países con los que no tiene afinidad política ni ideológica, con excepción de Chile. Los roces diplomáticos con Brasil, Colombia, México, Perú, los Estados Unidos de América y la Unión Europea, entre otros, ha sido la constante del relacionamiento, en la mayoría de los casos a través de los medios de comunicación y otras a través de los canales diplomáticos. Cabe recordar que estos países son los más importantes socios comerciales.
2. Bolivia se convirtió en el país que bloquea cualquier intento de negociar acuerdos comerciales con los países desarrollados. Su oposición radical a negociar con los Estados Unidos de América y con la Unión Europea, ha logrado el aislamiento del país.
b) Oposición a firmar acuerdos comerciales
Respecto a los Estados Unidos, Bolivia se negó a negociar un tratado de libre comercio, mientras que Ecuador no culminó las negociaciones, que se mantienen suspendidas. Con la Unión Europea la situación es más clara, Colombia, Ecuador y Perú decidieron negociar bilateralmente el tratado de libre comercio, quedando Bolivia sola en su posición bloqueadora de las negociaciones.
El resultado es que Bolivia “se condena” a basar sus relaciones comerciales con los principales países desarrollados en mecanismos preferenciales, como el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) que tienen las siguientes características:
a) Unilateral: Los países desarrollados establecen estos mecanismos preferenciales a través de leyes internas de esos países, no son acuerdos comerciales con derechos y obligaciones de cada país.
b) Temporal: a diferencia de los acuerdos comerciales, los mecanismos preferenciales tienen una duración determinada, que debe ser renovada constantemente por los países que la otorgan, los desarrollados.
c) Condicionada: Todos los mecanismos preferenciales tienen determinadas condiciones, en el ATPDEA de los Estados Unidos de América y el SGP Plus de la Unión Europea, el compromiso de lucha contra el narcotráfico es el principal condicionamiento. Por ese motivo, los Estados Unidos alegó que Bolivia no cumplía esa condición y suspendió el ATPDEA.
c) Preferencia por negociar acuerdos comerciales con países pobres y con posiciones políticas ideolégicas similares
3. El Gobierno de Bolivia prefiere negociar acuerdos comerciales con países pobres y con afinidad política e ideológica, por eso el primer acuerdo de ese tipo que firmó fue el de la Alternativa Bolivariana para los pueblos de las Américas (ALBA). Cuba, Dominica, Nicaragua y Venezuela conforman este acuerdo, cuyo comercio con el país no alcanza al 10% de las exportaciones bolivianas, por lo tanto un comercio exterior marginal.
d) Sumisión a la política exterior venezolana
4. El alineamiento de la política exterior de Bolivia a la de Venezuela es una característica especial del Gobierno del Presidente Evo Morales, que afecta al país y a la credibilidad internacional. Basta dar dos ejemplos:
i) El Presidente Chávez recomendó a los países del ALBA renunciar al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) dependiente del Banco Mundial. El único país que tomó esa medida fue Bolivia, Venezuela sigue siendo miembro del CIADI.
ii) La expulsión del Embajador de los Estados Unidos fue coordinada entre ambos Presidentes, así primero Bolivia y luego Venezuela expulsaron a los embajadores. Bolivia perdió el ATPDEA y Venezuela continuó haciendo buenos negocios con los Estados Unidos, su principal socio comercial.
e) Utilización de la política exterior para ganar réditos en la política interna
5. Otro factor que daña la inserción de Bolivia en el comercio y la economía internacional es la utilización de asuntos internacionales en la política interna. Cada vez que el Gobierno de Evo Morales tiene dificultades internas, apela a denunciar complots y atentados del “imperialismo”, sin presentar ninguna prueba, con el fin de recibir el apoyo popular.
El condicionamiento de las relaciones internacionales a cuestiones de política interna tiene como resultado que las relaciones de Bolivia con sus principales socios comerciales sean impredecibles y estén sujetas al vaivén de de la coyuntura política nacional.
Esa simpatía inicial por el “Factor Evo Morales”, si se va diluyendo día a día y generando escepticismo en los países desarrollados, sobre su percepción inicial que Evo Morales podría convertirse en el Nelson Mándela de los Andes y de América Latina, concepción que ya se ha disipado y por el contrario comienza a emerger la figura de un Robert Mugabe andino.
En el proceso de integración energético refleja asimismo esta política del aislamiento, al considerar a las empresas transnacionales como enemigas del desarrollo económico y social, y no como se manifiesta en el discurso “socios”. La pérdida del mercado brasileño y argentino repercutirá en el abastecimiento de gas y gasolina en el mercado interno.
Los compromisos con estos dos importantes socios comerciales no se están cumpliendo, se debía exportar 30 millones de metros cúbicos a Brasil y 7.5 millones de metros cúbicos a la Argentina, sin embargo no se pueden cumplir con esos volúmenes. Bolivia dejó de ser el abastecedor estratégico a esos dos países. La falta de seriedad en el cumplimiento de compromisos convirtió a Bolivia en una proveedora poco confiable, que necesita ser sustituida por otras fuentes de abastecimiento estables, con seguridad jurídica y de largo plazo.
Esta situación está respaldada por la decisión de Brasil de dejar de comprar los 30 millones de metros cúbicos diarios por tan solo 19 millones de metros cúbicos, que luego de arduas “negociaciones”, Brasil aceptó comprar 24 millones de metros cúbicos diarios, una disminución neta de 6 millones de metros cúbicos diarios. Brasil exploró y descubrió grandes reservas de gas y petróleo en la zona de Santos, ante la inseguridad del suministro boliviano.
En el caso de Argentina, el segundo comprador de gas boliviano, se debe mencionar que este país desechó la idea de inyectar gas boliviano a su proyecto del Gaseoducto del Norte, priorizando la exploración y explotación de hidrocarburos en la provincia de Salta.
Diplomacia sin rumbo
3. Diplomacia sin rumbo
Las relaciones internacionales del Gobierno del Presidente Evo Morales tiene rumbo, ya que está digitada por las ONG transnacionales y antiglobalizadoras, que tratan de aislar a los países pobres, con el fin de mantenerlos en situación de dependencia de la cooperación internacional, bloqueando el camino exitoso que recorrieron las denominadas “economías emergentes”, que lograron insertarse en la economía y el comercio internacionales en beneficio de sus poblaciones, elevando el nivel de vida de sus ciudadanos.
Las ONG transnacionales y antiglobalizadoras invirtieron mucho dinero en Bolivia con el fin de crear en el imaginario social que las negociaciones comerciales son negativas para Bolivia, sólo beneficia a los países desarrollados y por lo tanto se debe evitar negociar acuerdos comerciales, con el resultado del aislamiento internacional.
La famosa tesis de las sardinas y los tiburones es la mejor representación de esta política neocolonial de las ONG transnacionales y antiglobalizadoras, negando una realidad inobjetable, como son los casos de Chile o de Vietnam, países con diferentes sistemas políticos, pero que están inmersos en la globalización, a través de políticas de inserción y con resultados dignos de seguir.
Algunas de estas ONG transnacionales y antiglobalizadoras son OXFAM INTERNATIONAL, la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA – Washington Office on Latin America), la Campaña Ciudadana por el Comercio Justo (Citizens Trade Campaign) y Nuestro Mundo no está en venta (Our World is not for Sale), que apoyaron a su brazo operativo en Bolivia, la Fundación Solón,
Por este motivo, podemos afirmar sin lugar a equivocarnos, que la política exterior de Bolivia, y especialmente sus relaciones económicas internacionales están dirigidas por estas ONG transnacionales y antiglobalizadoras para convertir a Bolivia en un país menos adelantado, dependiente de la cooperación internacional, como Haití y otros países subsaharianos del África.
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El contexto
Un elemento importante en el contexto internacional es la posesión del nuevo Presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama, que si bien introducirá cambios en la política exterior de esa potencia mundial, su relacionamiento con Venezuela y Bolivia no variará. Ya se dio el primer roce entre el Presidente electo y el Presidente Hugo Chávez.
Además, la nueva Secretaria de Estado, Hilary Clinton manifestó que llevará a cabo una diplomacia directa, sin intermediarios y enérgica, pero vigorosa para contrarrestar a quienes siembran el terror, léase Hugo Chávez y Evo Morales. En su comparencia al Congreso, Hilary Clinton planteó “poner una nueva cara sobre la diplomacia estadounidense al acercarnos a América Latina”.
En cuanto a Venezuela, la nueva Secretaria de Estado comunicó al Senado que “por demasiado tiempo hemos cedido el terreno de juego a Hugo Chávez; un líder democráticamente electo que no gobierna democráticamente, y cuyas acciones y visión para la región no sirven a sus ciudadanos o la gente a través de América Latina. Mientras nos deberíamos preocupar por las acciones y postura de Chávez, no deberíamos exagerar la amenaza que presenta”. Washington debería “llenar ese vacío con un liderazgo fuerte y sostenido en la región, y una diplomacia firme y directa con Venezuela y Bolivia. Deberemos tener una agenda positiva en el hemisferio en respuesta al tráfico de temor propagado por Chávez y Evo Morales”. Ella propuso que “la cooperación bilateral con Venezuela y Bolivia sobre una gama de temas sería de interés mutuo de nuestros respectivos países; por ejemplo, antiterrorismo, antinarcóticos, energía y comercio”.
Asimismo, ella señaló que “muy frecuentemente la política estadounidense hacia las Américas en años recientes ha sido negligente con nuestros amigos, inefectiva con nuestros adversarios y con poco interés en los retos que importan para las vidas de los pueblos a través de la región. Este vacío creado por la falta de una participación sostenida de Estados Unidos en la región ha sido llenado, en parte, por otros – incluido Hugo Chávez –, quien ha intentado utilizar esta oportunidad para promover ideologías anticuadas y antiamericanas”
Por estos motivos, podemos afirmar que las relaciones con la potencia del Norte no será nada fácil, por el contrario muy difícil. El tema antiterrorismo tiene dos vertientes en la óptica norteamericana, a nivel mundial Irán y a nivel regional las FARC. En ambos casos, las relaciones de Venezuela son muy estrechas, a pesar de los desmentidos del Presidente Chávez, especialmente respecto a las FARC.
La Comunidad Andina
El proceso de integración andino es el mejor reflejo de las dificultades, los problemas y la posición de Bolivia en el contexto internacional, que se los puede resumir en los siguientes puntos:
1. Política del enfrentamiento con países de diferente posición política e ideológica, que puede llegar al rompimiento de relaciones diplomáticas, como con Israel.
2. Oposición a negociar acuerdos comerciales con países desarrollados.
3. Preferencia por negociar acuerdos comerciales con países pobres y con posiciones políticas e ideológicas similares.
4. Sumisión a la política exterior venezolana, hasta poner en peligro el mercado andino de oleaginosas
5. Utilización de la política exterior para ganar réditos en la política interna
a) Política del enfrentamiento
1. La política exterior del Gobierno de Evo Morales se caracteriza por el enfrentamiento con aquellos países con los que no tiene afinidad política ni ideológica, con excepción de Chile. Los roces diplomáticos con Brasil, Colombia, México, Perú, los Estados Unidos de América y la Unión Europea, entre otros, ha sido la constante del relacionamiento, en la mayoría de los casos a través de los medios de comunicación y otras a través de los canales diplomáticos. Cabe recordar que estos países son los más importantes socios comerciales.
2. Bolivia se convirtió en el país que bloquea cualquier intento de negociar acuerdos comerciales con los países desarrollados. Su oposición radical a negociar con los Estados Unidos de América y con la Unión Europea, ha logrado el aislamiento del país.
b) Oposición a firmar acuerdos comerciales
Respecto a los Estados Unidos, Bolivia se negó a negociar un tratado de libre comercio, mientras que Ecuador no culminó las negociaciones, que se mantienen suspendidas. Con la Unión Europea la situación es más clara, Colombia, Ecuador y Perú decidieron negociar bilateralmente el tratado de libre comercio, quedando Bolivia sola en su posición bloqueadora de las negociaciones.
El resultado es que Bolivia “se condena” a basar sus relaciones comerciales con los principales países desarrollados en mecanismos preferenciales, como el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) que tienen las siguientes características:
a) Unilateral: Los países desarrollados establecen estos mecanismos preferenciales a través de leyes internas de esos países, no son acuerdos comerciales con derechos y obligaciones de cada país.
b) Temporal: a diferencia de los acuerdos comerciales, los mecanismos preferenciales tienen una duración determinada, que debe ser renovada constantemente por los países que la otorgan, los desarrollados.
c) Condicionada: Todos los mecanismos preferenciales tienen determinadas condiciones, en el ATPDEA de los Estados Unidos de América y el SGP Plus de la Unión Europea, el compromiso de lucha contra el narcotráfico es el principal condicionamiento. Por ese motivo, los Estados Unidos alegó que Bolivia no cumplía esa condición y suspendió el ATPDEA.
c) Preferencia por negociar acuerdos comerciales con países pobres y con posiciones políticas ideolégicas similares
3. El Gobierno de Bolivia prefiere negociar acuerdos comerciales con países pobres y con afinidad política e ideológica, por eso el primer acuerdo de ese tipo que firmó fue el de la Alternativa Bolivariana para los pueblos de las Américas (ALBA). Cuba, Dominica, Nicaragua y Venezuela conforman este acuerdo, cuyo comercio con el país no alcanza al 10% de las exportaciones bolivianas, por lo tanto un comercio exterior marginal.
d) Sumisión a la política exterior venezolana
4. El alineamiento de la política exterior de Bolivia a la de Venezuela es una característica especial del Gobierno del Presidente Evo Morales, que afecta al país y a la credibilidad internacional. Basta dar dos ejemplos:
i) El Presidente Chávez recomendó a los países del ALBA renunciar al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) dependiente del Banco Mundial. El único país que tomó esa medida fue Bolivia, Venezuela sigue siendo miembro del CIADI.
ii) La expulsión del Embajador de los Estados Unidos fue coordinada entre ambos Presidentes, así primero Bolivia y luego Venezuela expulsaron a los embajadores. Bolivia perdió el ATPDEA y Venezuela continuó haciendo buenos negocios con los Estados Unidos, su principal socio comercial.
e) Utilización de la política exterior para ganar réditos en la política interna
5. Otro factor que daña la inserción de Bolivia en el comercio y la economía internacional es la utilización de asuntos internacionales en la política interna. Cada vez que el Gobierno de Evo Morales tiene dificultades internas, apela a denunciar complots y atentados del “imperialismo”, sin presentar ninguna prueba, con el fin de recibir el apoyo popular.
El condicionamiento de las relaciones internacionales a cuestiones de política interna tiene como resultado que las relaciones de Bolivia con sus principales socios comerciales sean impredecibles y estén sujetas al vaivén de de la coyuntura política nacional.
Esa simpatía inicial por el “Factor Evo Morales”, si se va diluyendo día a día y generando escepticismo en los países desarrollados, sobre su percepción inicial que Evo Morales podría convertirse en el Nelson Mándela de los Andes y de América Latina, concepción que ya se ha disipado y por el contrario comienza a emerger la figura de un Robert Mugabe andino.
En el proceso de integración energético refleja asimismo esta política del aislamiento, al considerar a las empresas transnacionales como enemigas del desarrollo económico y social, y no como se manifiesta en el discurso “socios”. La pérdida del mercado brasileño y argentino repercutirá en el abastecimiento de gas y gasolina en el mercado interno.
Los compromisos con estos dos importantes socios comerciales no se están cumpliendo, se debía exportar 30 millones de metros cúbicos a Brasil y 7.5 millones de metros cúbicos a la Argentina, sin embargo no se pueden cumplir con esos volúmenes. Bolivia dejó de ser el abastecedor estratégico a esos dos países. La falta de seriedad en el cumplimiento de compromisos convirtió a Bolivia en una proveedora poco confiable, que necesita ser sustituida por otras fuentes de abastecimiento estables, con seguridad jurídica y de largo plazo.
Esta situación está respaldada por la decisión de Brasil de dejar de comprar los 30 millones de metros cúbicos diarios por tan solo 19 millones de metros cúbicos, que luego de arduas “negociaciones”, Brasil aceptó comprar 24 millones de metros cúbicos diarios, una disminución neta de 6 millones de metros cúbicos diarios. Brasil exploró y descubrió grandes reservas de gas y petróleo en la zona de Santos, ante la inseguridad del suministro boliviano.
En el caso de Argentina, el segundo comprador de gas boliviano, se debe mencionar que este país desechó la idea de inyectar gas boliviano a su proyecto del Gaseoducto del Norte, priorizando la exploración y explotación de hidrocarburos en la provincia de Salta.
Diplomacia sin rumbo
3. Diplomacia sin rumbo
Las relaciones internacionales del Gobierno del Presidente Evo Morales tiene rumbo, ya que está digitada por las ONG transnacionales y antiglobalizadoras, que tratan de aislar a los países pobres, con el fin de mantenerlos en situación de dependencia de la cooperación internacional, bloqueando el camino exitoso que recorrieron las denominadas “economías emergentes”, que lograron insertarse en la economía y el comercio internacionales en beneficio de sus poblaciones, elevando el nivel de vida de sus ciudadanos.
Las ONG transnacionales y antiglobalizadoras invirtieron mucho dinero en Bolivia con el fin de crear en el imaginario social que las negociaciones comerciales son negativas para Bolivia, sólo beneficia a los países desarrollados y por lo tanto se debe evitar negociar acuerdos comerciales, con el resultado del aislamiento internacional.
La famosa tesis de las sardinas y los tiburones es la mejor representación de esta política neocolonial de las ONG transnacionales y antiglobalizadoras, negando una realidad inobjetable, como son los casos de Chile o de Vietnam, países con diferentes sistemas políticos, pero que están inmersos en la globalización, a través de políticas de inserción y con resultados dignos de seguir.
Algunas de estas ONG transnacionales y antiglobalizadoras son OXFAM INTERNATIONAL, la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA – Washington Office on Latin America), la Campaña Ciudadana por el Comercio Justo (Citizens Trade Campaign) y Nuestro Mundo no está en venta (Our World is not for Sale), que apoyaron a su brazo operativo en Bolivia, la Fundación Solón,
Por este motivo, podemos afirmar sin lugar a equivocarnos, que la política exterior de Bolivia, y especialmente sus relaciones económicas internacionales están dirigidas por estas ONG transnacionales y antiglobalizadoras para convertir a Bolivia en un país menos adelantado, dependiente de la cooperación internacional, como Haití y otros países subsaharianos del África.
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