El Gobierno de Bolivia ha sufrido en las últimas semanas serios reveses en su política exterior. Éstos se pueden resumir en los siguientes fracasos:
El aislamiento de Bolivia en la negociación entre los países de la Comunidad Andina y la Unión Europea.
La derrota de Bolivia en la aprobación de la modificación de la Decisión 486 sobre propiedad industrial de la Comunidad Andina.
El rechazo de varios países latinoamericanos al candidato boliviano a la Secretaría Ejecutiva de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).
Estos fiascos tienen sus raíces en la improvisación, la inexperiencia y la arrogancia, que son las principales características de la política exterior del Gobierno de Evo Morales. La demagogia de una nueva política exterior denominada la “Diplomacia de los Pueblos Digna y Soberana para vivir bien” está dando sus resultados negativos para el país.
Por ese motivo, se hace necesario analizar brevemente estos últimos fracasos internacionales del Gobierno:
1. El aislamiento de Bolivia en la negociación entre la CAN y la UE
La IV Ronda de Negociaciones entre la CAN y la UE debía realizarse en julio, sin embargo, esa negociación se suspendió hasta septiembre y ahora se informó que es una suspensión indefinida. La causa es la posición radical de los “negociadores bolivianos” de no aceptar cuatro de los cinco capítulos del TLC con la UE, mientras que Colombia, Ecuador y Perú están dispuestos a asumir compromisos en esos temas.
Los “asesores del Presidente” piensan que deben imponer su visión de los TLC y los otros países deben aceptar y hacer suya esa visión. El resultado no podía ser otro, el aislamiento de Bolivia en las negociaciones. Los europeos y Ecuador, que en un principio tuvieron alguna simpatía con la posición boliviana, ahora se han distanciado.
2. La derrota de Bolivia en la aprobación de la modificación de la Decisión 486 sobre propiedad industrial de la Comunidad Andina.
Bolivia pretende que los demás países también rechacen los TLC. Esa fue la razón, por la que se opuso a la modificación de la Decisión 486 de la CAN, propuesta presentada por Perú para poder adecuar su legislación al TLC con EEUU.
El resultado no pudo ser otro, “los negociadores bolivianos” se quedaron solos con su fracaso, que se reflejó en la votación, en la que Colombia, Ecuador y Perú apoyaron la modificación y Bolivia se opuso.
Ante esta derrota, “los negociadores” vuelven a tener una genial idea, piden la destitución del Secretario General de la CAN, el ecuatoriano Freddy Ehlers, acusándolo de actuar en función de los intereses de Perú en franca violación a la legislación andina.
Como “los negociadores” no tienen la más peregrina idea sobre las relaciones internacionales, les informamos que las decisiones en la CAN las toman los países, no el Secretario General. Por ese motivo, Colombia, Ecuador y Perú no apoyan la destitución de Freddy Ehlers. Entonces, la derrota de “los negociadores” por la modificación de la Decisión 486 se convierte en un doble fracaso, primero pierden la votación y luego se quedan aislados con su pedido de destitución.
3. El rechazo al candidato boliviano a la Secretaría Ejecutiva de UNASUR.
UNASUR es un proceso de integración compuesto por 12 países suramericanos y representa la quinta potencia económica mundial por su PIB. Sin embargo, el Gobierno de Bolivia no tuvo mejor idea que postular a la Secretaría Ejecutiva de UNASUR, a un empleado de ONG antiglobalizadora, a Pablo Solón, mientras que otros países postulan a ex presidentes, como Ecuador a Rodrigo Borja o Argentina a Néstor Kirchner.
El resultado no podía ser otro, un rotundo NO de varios países. Esa postulación tenía un título parecido a la novela “Crónica de una derrota anunciada”. Si el Primer Mandatario se hubiera hecho asesorar por un recién egresado de la Academia Diplomática, seguro que hubiese recibido un sabio consejo: “Su Excelencia, esa persona no es un buen candidato para UNASUR”. Parecería que, la vendetta del candidato frustrado es el pedido de destitución del Secretario General de la CAN.
Señor Presidente, ya es hora que se de cuenta que sus colaboradores no le están reportando éxitos a su Gobierno, lo están conduciendo al fracaso. Eso sí, ellos son exitosos al lograr su objetivo de aislar a Bolivia del contexto internacional.
Señor Presidente, ojala que usted recapacite al respecto, ya que los resultados para su Gobierno no son los mejores, sus colaboradores están fallando. La política exterior “digna y soberana” se ha convertido en la política exterior de los fracasos.
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